miércoles, 4 de marzo de 2009

El duelo y sus faces

Definición de muerte y duelo

La definición de muerte es algo que nadie conoce a ciencia cierta, su significado, varia según el pueblo y la cultura, pero lo que sí podemos decir es que es algo delicado y complejo, y a la vez absolutamente simple ya que es el dejar el mundo material, lo físico, Etimológicamente duelo viene del latín dolus que significa dolor. Es la respuesta a una pérdida o separación.

Sigmund Freud en su texto de 1915 (Duelo y Melancolía) introdujo el término de duelo para referirse a un afecto normal que se presenta en los seres humanos como "reacción frente a la pérdida de una persona amada o de una abstracción que haga sus veces, como la patria, la libertad, un ideal, etc. "En este sentido el duelo no solo se presentaría frente a la muerte de un ser querido, sino también con relación a situaciones que impliquen la evidencia para el sujeto de una falta, o de algo que ha de dejar atrás y que no volverá a recuperar, pero que deja siempre un recuerdo". ." Esta definición corresponde a lo que hoy conocemos como duelo normal, sin embargo existe una forma particular de vivir el duelo que S. Freud llamó melancolía, en este caso el deudo se siente empobrecido y la pérdida es experimentada en el propio Yo.

Existen tres conceptos de muerte:

a) Muerte Biológica.

Considera como un cese de las funciones corporales. Una persona se considera que muere cuando el corazón deja de latir por un tiempo significativo o se detiene la actividad eléctrica del cerebro.

b) Muerte Social.

Se relaciona con los rituales funerarios y de duelo, y a las disposiciones legales con respecto a la herencia de poder y riqueza.

c) Muerte Psicológica.

Incluye los sentimientos de las personas acerca de su propio deceso cuando están , próximos a este y la muerte de quienes están cerca, es importante la aceptación de la muerte como parte inherente a la existencia humana.

En términos generales durante el proceso del duelo se describen una multiplicidad de sentimientos, cogniciones y conductas más o menos típicas Entre los Sentimientos que se expresan durante duelo están: tristeza, rabia, culpa y auto reproche, ansiedad, soledad, fatiga, apatía, indiferencia, impotencia, anhelo, liberación, alivio, insensibilidad, etc.

Las sensaciones físicas también se ven intensificadas en este proceso, las personas las describen como "vacío del estomago", "opresión en el pecho o garganta", "hipersensibilidad al ruido", "sensación de irrealidad", "falta de aire", "debilidad muscular', "alta de energía"," sequedad de la boca". Con relación a lo cognitivo la persona se vuelve más incrédula, existe confusión, sensaciones de que le persona esta aquí y alucinaciones, dificultad en la memoria, falta de atención y concentración.

Las conductas más comunes que adquiere la persona son trastornos del sueño, comer demasiado o demasiado poco, anda continuamente distraído, se genera un aislamiento social, comienza a soñar con la persona perdida, evita los recuerdos, comienza a buscar y llamar en voz alta, suspira continuamente, hiperactividad, llanto, se visitan de lugares significativos y se realiza un atesoramiento de objetos relacionados con el desaparecido.

Un duelo es normal, cuando las respuestas de una persona a la pérdida son esperables y presentan síntomas y un desarrollo predecibles. Generalmente suele ser breve.

Las manifestaciones del duelo suelen perdurar en el tiempo. La duración e intensidad del duelo van a depender de las condiciones que rodearon a la muerte, es decir si ha sido una muerte más o menos inesperada:

Si la muerte es repentina, el shock y la negación perdurarán más tiempo.

Si la muerte es esperable o inevitable el duelo puede darse desde tiempo antes de que ésta se produzca y culminar cuando se produce efectivamente la muerte. (duelo anticipatorio)

Lo normal y esperable es una duración de entre 6 meses y un año. Puede ocurrir que luego de uno o dos años persistan signos y síntomas del duelo, e incluso puede suceder que permanezca toda la vida. Pero los duelos normales se resuelven finalmente, logrando, recuperar el ánimo productivo. Generalmente a los 2 meses del fallecimiento, los signos y síntomas más agudos suelen ir perdiendo fuerza, pudiendo la persona adaptarse mejor (recuperar el sueño, el apetito y el funcionamiento normal.

Los adultos suelen presentar una tendencia a la idealización y un recuerdo selectivo de los atributos valorados positivamente.

También puede producirse la sensación de "presencia del fallecido", que puede tener una magnitud tal que aparezcan alucinaciones o ilusiones (oír al difunto, verlo, olerlo). Pero, al tratarse de un duelo normal, la persona puede darse cuenta de que esto no es real.
Entre los factores que determinan el proceso de elaboración del duelo se señalan la Personalidad del doliente, relación con el difunto, los duelos previos, tipo de muerte, edad del difunto y contexto.

Fases de duelo

John Bowlby ha sido un estudioso del tema del apego y la pérdida, él realiza una clasificación que ordena el proceso del duelo, distinguiendo cuatro fases3:

Fase de embotamiento de la sensibilidad.

Comienza cuando se muere el familiar y se prolonga desde algunas horas hasta una semana. Los deudos se sienten aturdidos e incapaces de aceptar la realidad. Suelen continuar con sus actividades cotidianas en forma casi automática, como si ," la muerte no fuera una realidad, como si fuera un sueño. En esta etapa aparecen episodios de rabia y dolor muy intensos.

Fase de anhelo y búsqueda de la figura perdida.

Comienza algunas horas o días después de la muerte y suele durar algunos meses e incluso un año. En la medida en que comienza a aparecer la realidad de la pérdida, surgen pensamientos obsesivos respecto a la figura perdida (se le confunde en la calle, se !e sueña como si estuviera viva, etc.). Aún cuando la persona sabe racionalmente que su ser querido ha muerto, experimenta un fuerte impulso a tratar de encontrarlo y a la vez de olvidarlo. En esta fase, entonces, se mezclan el dolor, la rabia, la búsqueda inquieta y la ingratitud hacia quienes brindan ayuda. Todos estos sentimientos expresan la imperiosa necesidad de encontrar y recuperar a la persona perdida.

Fase de desorganización y desesperanza.

Algún tiempo después de la pérdida, al imponerse la noción de la realidad, se intensifican los sentimientos de desesperanza y soledad, la persona acepta finalmente la muerte y cae inevitablemente en una etapa de depresión y apatía.

Fase de reorganización.

Esta última fase se inicia aproximadamente luego de un año de ocurrida la pérdida. El deudo se encuentra en condición de aceptar la nueva situación y es capaz de redefinirse a si mismo y al nuevo contexto, el cual no incluye a la persona perdida. Esta redefinición de si mismo es tan penosa como determinante, ya que significa renunciar definitivamente a toda esperanza de recuperar a la persona perdida y volver a la situación previa. Hasta que no se logra esta nueva definición, no pueden hacerse planes a futuro.

M. Horowitz, distingue cinco frases en el proceso del duelo:

a) Reacción inicial de shock.

Corresponde a la reacción inmediata luego de conocer la noticia de la
muerte o pérdida. Esta confrontación súbita con la información de la pérdida provoca la aparición inmediata de una serie de estados.

b) Negación.

La persona no vivencia claramente el hecho traumático. El foco de conciencia se dirige a otras preocupaciones entrando en una especie de anestesia emocional en relación al evento penoso. La persona frecuentemente está consciente de estar funcionando en forma automática, sin embargo, esto sirve como defensa frente al intenso dolor emocional experimentado. Esta etapa no es permanente, puede durar días, semanas o meses.

c) Intrusión del pensamiento.

El individuo comienza a recordar a la persona muerta apareciendo en la conciencia imágenes o pensamientos relacionados con e! suceso penoso, volviendo a activarse emocionalmente. En esta fase el reconocimiento del significado de la pérdida para si mismo adquiere relevancia, pudiendo aparecer una identificación con el difunto y por lo tanto una mayor percepción de la propia vulnerabilidad ante la muerte. También en ocasiones puede aparecer culpa por haber sobrevivido al difunto.

d) Elaboración.

En este período aparece una mayor racionalidad tanto para analizar lo sucedido como para considerar sus consecuencias. E! dolor psíquico disminuye, como también disminuyen los altibajos emocionales. Esta etapa es denominada trabajo de duelo, ya que en ella se revisa a propia relación con el muerto en términos de si mismo, del otro y de la relación entre ambos. En esta etapa también pueden establecerse nuevas relaciones que no son vistas como sustitutas o reemplazantes del difunto, sino que como personas diferentes con características propias.

e) Completación

Esta es la etapa final del proceso de duelo, aquí disminuyen las oscilaciones emocionales propias de las fases anteriores, existiendo una mayor coherencia interna y estados emocionales más positivos. Cuando se completa el trabajo de duelo, la persona perdida no es olvidada, sino integrada como un recuerdo positivo que muchas veces proporciona fuerza interior para enfrentar los nuevos desafíos que trae la vida.

martes, 17 de febrero de 2009

Inteligencia Emocional

Desde siempre hemos escuchado que el coeficiente intelectual (C.I.) era determinante para sabes si una persona tendría éxito o no en la vida, se suponía que un test podría determinar el futuro del éxito académico y profesional. Sin embargo, hace ya varios años se dieron cuenta algunos psicólogos se dieron cuenta de que son otras capacidades las necesarias para el éxito en la vida.

Piense por un momento la importancia de las emociones en nuestras vidas y rapidamente se dará cuenta, querido lector, de que la mayoría de las veces marcan todas nuestras decisiones de manera inconsciente ¿su carro le resulta rentable? ¿elige su pareja porque es la mejor opción? La mayoría de nuestras decisiones están influidas por nuestras emociones.

Ante esto, hay que admitir que existen personas con mayor dominio de sus emociones. y es curioso la poca correlación entre la inteligencia clásica y la inteligencia Emocional.

¿cuales sus componentes?

Según Daniel Goleman los principales elementos de la inteligencia emocional son Autoconocimiento emocional (o conciencia de uno mismo), Auto control emocional (o autorregulación), atuomotivación, reconocimiento de emociones ajenas (o empatía) y relaciones interpersonales (o hablidiades sociales)

A continuación se dara una explicación de cada una.

Autoconocimiento emocional: se refiere al conocimiento de nuestras propias emociones y cómo nos afectan. es muy importante conocer el modo en el que nuestro estado de ánimo influye en nuestro comportamiento, cuáles son nuestras virtudes y nuestras debilidades.

Autocontrol emocional: éste nos permite no dejarnos llevar por los sentimientos del momento. Es saber reconocer que es pasajero en una crisis y que perdura. Es posible que nos enfademos con nuestra pareja, pero si nos dejamos llevar por el calor del momento estaríamos continuamente actuando irresponsablemente y luego pidiendo perdón por ello.

automotivación: Dirijir las emociones hacia un objetivo nos permite mantener la motivación y fijar nuestra atención en las metas en lugar de en los obstáculos. para esto es necesario cierto grado de optimismo e iniciativa, de forma que seamos emprendedores y actuemos de forma positiva ante los contratiempos.

Reconocimiento de emociones ajenas: las relaciones sociales se basan muchas veces en saber interpretar las señales que los demás emiten de forma inconsciente y que a menudo no son verbales. el reconocer las emociones ajenas, por un gesto, por una mala contestación, nos puede ayudar a establecer lazos más reales y duraderos con las personas de nuestro entorno. no en vano, el reconocer las emociones ajenas es el primer paso para entender e identificarse con ellas.

Relaciones interpersonales: Cualquiera puede darse cuenta de que una buena relación con los demás es una de las cosas más importantes para nuestras vidas y para nuestro trabajo. Y no solo tratar a los que nos parecen sumáticos, a nuestros amigos, a nuestra familia. sino saber tratar también exitosamente con aquellos que están en la posición superior, con nuestros jefes, con nuestro enemigos.

lunes, 16 de febrero de 2009

Había una vez...

Todos conocemos esta frase "había una vez...", también hemos pasado las noches soñando, creando y simulando ser alguno de los personajes de nuestros cuentos de hadas favoritos, pero ¿alguna vez pensamos que esto sucede también en nuestra psique?

Al analizar realmente la dinámica que se vive en estos relatos, que originalmente no fueron creados para los miembros más jóvenes de nuestra familia (los niños), sino que fueron creados para adultos, podemos encontrar que dentro de las fantasiosas líneas se encontraran macabras relaciones incestuosas, violaciones, asesinatos, etc., lo que demuestra que esto es verdad y creando un escenario perfecto para la discusión de la siguiente frase extraída del libro "la bruja debe morir (the witch must die) de Seldon Cashdan

"...pero los cuentos de hadas son algo más que unas aventuras llenas de suspenso que excitan la imaginación, algo más que un mero entretenimiento..." pero ¿qué son entonces? ¿Son relatos verdaderos? el autor hace la siguiente explicación

"...más allá de las escaneas de persecución y de los salvamentos de último minuto, son verdaderos dramas que reflejan los acontecimientos que tienen lugar en el mundo interior del niño..."

Entonces si vemos esta explicación podemos entender el por qué de nuestra identificación ante los cuentos, y porque uno nos gusta más que otros, según el autor los niños proyectan inconscientemente partes de sí mismos sobre los personajes de cada historia, utilizando a los personajes como depósitos psicológicos para los elementos que compiten dentro de cada infante.

Así querido lector ¿esto es bueno o malo? A lo largo de la discusión se resolverá esta interrogante, pues invito a que compartan experiencias u opiniones sobre este tema.


Atentamente,

Fernando de león

sábado, 7 de febrero de 2009

buen@s días, tardes, noches, este es un espacio para hacer debates, discusiones, comentarios, aportes o una amena platica relacionada con temas en psicología, invito al lector a que considere este blog, no como uno más de esos que surgen asegurando que será enfocado totalmente a la psicología y que al final se convierte en un blog que parece chat, éste se creo con el fin de enriquecer el material para Psicólogos guatemaltecos, viendo la necesidad que existe en no contar con experiencias, material, comentarios sobre la problemática en nuestro país, los invito pues, a que se unan a esta experiencia de enriquecer nuestro conocimiento, los que somos psicólogos, o aprender nuevas técnicas, tips o como dirían las abuelitas "mañas" para poder tener una mejor calidad de vida en el ámbito psicobiosocial.

atentamente,

Fernando José de León
administrador del blog